La creatividad es uno de los dones que caracterizan al ser humano, sin embargo, las IA no son capaces de imaginar y crear sin caer en cánones humanos ya que almacenan conceptos comunes y normativos.

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El autor que decida usar estos programas no solo se arriesga a no conseguir el resultado deseado, también se arriesga a perder su identidad puesto que estos patrones no diferencian de quien instruye a la IA.

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